FLY HIGH

Esta semana, la imagen de esa familia afgana 

llegando a Bélgica me dejó ensimismada. 

El saltito de alegría de esa niña, 

un rayo de luz entre los sombríos pasos

de unos padres que cargan con el peso de una vida

en unas mochilas en las que solo cabe 

el presente de un tortuoso paseo

sin vuelta a casa. 

La fotografía se llevará premios, los merece todos esa instantánea que dice tanto 

de lo que dejan y de aquello a lo que aspiran encontrar si les ayudamos. 

El salto de esa niña alivia la mirada 

de los que seguimos desde la comodidad de la distancia el terrible drama. 

Me llegó tanto ese pequeño salto 

que trasteé en mi cuaderno con lo que salía

hasta sintetizarlo en ese último "haiku". 

Fly high princesa, 

ya has aprendido que tienes alas

y que por más que cueste abrirlas a veces 

naciste con ellas puestas y te han enseñado a desplegarlas.

Salta y vuela. 

Vuela alto.