TRAS LA MÁSCARA
Portrait head, grabado sobre papel
New yorker, grabado sobre papel
Son tan grandes Francis Bacon y Lucian Freud
que aunque la galería Marlborough
haya decidido mostrarlos juntos ahora
en esta exposición sobre
"La condición humana"
yo necesito separarlos
para ahondar en la huella
que deja cada uno de ellos
a través de sus cuadros.
Y lo hago hoy a través de Freud,
nieto de Sigmund,
el padre del psiconanálisis.
Dueño de una obra tan carnal como psicológica.
En esta exposición están
sus aguafuertes,
que trabajaba igual que un lienzo,
colocando la plancha en el caballete
y sumando detalles al gesto
hasta llegar al hueso,
lo que hay tras la máscara.
Son fascinantes cada uno de ellos.
Seis aguafuertes que, aún siéndolo,
en correspondencia con Bacon
pierden peso.
Porque Bacon
sobrevuela tantas cosas al mismo tiempo
que sostener la mirada
sobre sus cuadros
es un ejercicio de riesgo.
En estos aguafuertes de Freud
hay cara a cara,
mirada sostenida
y firme.
Anclaje al suelo.
(En breve vuelvo sobre Bacon...)
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