FOTO FIJA



Vivo en la calle sardina

que desemboca en el mar. 

Hoy amanece nublado.

Los pájaros vuelan

muy cerca de mi casa.

Cantan eufóricos, 

en ellos, nada nuevo. 


Los balcones se desperezan 

con gente dentro 

que aún dormita

mientras hierve

el agua del té.


Desayuno mirando a la calle 

trato de guardar la impronta

de este momento de paz

en mi ADN.


El día se llenará de voces y sigilos,

de pasos y de silencios,

pero ningún sonido

será después como este, 

ni tan mío 

sin poseerlo.


Soy la única presencia 

desde esta esquina, 

dejándome llevar 

ahora por el sonido

de la cafetera 

que como un mantra

borbotea

mientras entra 

una música de fondo;

la trae la brisa, 

y todo vuelve a ser 

más paz,

más serena alegría,

pero distinta.


Los pájaros 

han dejado de cantar 

tan vehemente mientras escribo,

será que cada vez vuelan más alto.


Yo sigo aquí sentada, 

observando

cómo el sol tímidamente asoma 

viene y va,

como las olas.


Hola


Buenos días mañana 


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