LET'S TALK ABOUT IT OVER SOME WINE


Hay una historia mágica en torno a esta pieza. 

La hice hace un par de años para presentarme
a un concurso sobre joyería y vino en Italia. 
La pieza no entró finalmente en la selección. 

Nada más arrancar este 2020, 
recibí un mail de una mujer italiana. 
Había encontrado mi web 
y quería hacerme varios encargos. 

Iniciamos una conversación digital
que nos llevó a tratarnos un poco. 

Con mucha educación, 
mucho respeto y mucho tacto, 
entre aquellas líneas 
fue surgiendo una nexo de unión 
más allá del motivo
por el que la vida nos cruzó 
a través de mi trabajo. 
O precisamente por eso, 
algo que no quiero pasar por alto
porque siento que es por esa razón 
por la que creo objetos, piezas,
por la que hago cosas 
con mi corazón y con mis manos,
deseando llegar al otro.
Conectar a través de la emoción,
como en un juego de espejos.

Esa mujer acabó seleccionando 
varias de mis piezas pintadas a mano porque, me dijo,
todas las que eligió le hablaban directamente a ella, 
le decían algo...

Mágico. 

Este collar, fue una de esas piezas. 

Está en sus manos desde hace ya un tiempo. 
Antes de que entrara en vigor en Piamonte el confinamiento 
que desde entonces la tiene encerrada en casa.

Unos días antes de que la misma irrealidad 
nos pillara a todos con el pie cambiado en España, 
le mandé un mail porque pensaba en ella, 
y quería saber cómo estaba...

Hemos vuelto a escribirnos en estos días 
intercambiándonos calidez y ánimo en la distancia. 

Ayer me escribió un precioso mail que empezaba así:

"Dear May, once upon a time there was an italian woman
staring at your website and wishing almost everything..."



Once upon a time...
cuando ayer nos parece hoy tan lejos...

Ahora solo deseo que llegue pronto el día 
en que podamos hablar de todo esto 
con un vino de por medio. 
Y abrazarnos,
y conocernos,
después de haber 
estado cuidándonos
en la distancia, 
compartiendo.

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