PIEL Y MISTERIO
Sobre los ángeles...
Cariátide
Materia
Mis sombras
Sus ensoñaciones
Asisto absorta a la exposición
de la fotógrafa Francesca Woodman
Fascinada por las imágenes que crea,
esas atmósferas envolventes unas veces
y opresivas otras, en las que la artista
ponía su cuerpo en el eje central
de su objetivo.
Jugando con él, torturándolo
y dibujando la luz con su piel
que asoma entre las tinieblas
que generan las sombras.
Poco sabemos de ella,
se suicidó muy joven,
y para entonces ya había dejado
un legado que décadas después
nos sigue admirando.
Sus imágenes parecen sacadas
de una época lejana,
pero las hizo entre los años 70 y 80
del siglo XX.
Pero proceden de otra era,
de otra dimensión.
Parecen provenir
de un mundo onírico y surreal,
de psiconánalisis,
de todo aquello
que hunde sus raíces
en los vericuetos más profundo de la mente
floreciendo a la superficie
en oleadas brillantes
que dejan imágenes como destellos,
a la manera en que el mar
deposita tesoros en la orilla
al despuntar el día.
Así nos llegan hoy estas fotos
que celebran una vida fugaz
y profundamente artística.
Impagable escuchar la voz de
Francesca en una de sus filmaciones
en su momento eureka,
cuando descubre que ha conseguido
la imagen exacta que andaba buscando.
Emocionante.
Una mujer tan etérea como carnal
que viene del pasado
para despertar nuestro presente.
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