ADAGIO VERONÉS
La postal
La Arena
La carnalidades de Romeo y Julieta
Una ciudad, Verona,
con un río, el Adigio,
que suena lento como un adagio.
Una poderosa Arena que estremece,
unas calles empedradas
por las que se pierden los pasos
mirando atentamente lado a lado;
tantos son los estímulos,
los colores, los reclamos.
El carnaval despierta
y las parejas deambulan orgullosas
con trajes suntuosos de otras épocas,
mientras los nuevos Romeos y Julietas
siguen encadenando sus nombres
a un muro sin lamentaciones
sobrepasado de deseos y tinta.
Cargado de mensajes que aspiran
a una eternidad inalcanzable.
Verona.
Visiones al paso.
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