BOTÍN
El centro Botín de Santander
entra en el mar,
se zambulle en el agua
y la mira desde la cima
como un buque de altura
anclado a puerto.
Entrar en sus salas
otorga una suerte de felicidad
por la ofrenda que brinda el espacio.
Poca obra, gran formato.
Aire para que circule la propuesta artística,
luz para ver su movimiento
y altura para imantarse a las obras.
En el centro Botín desafortunadamente
no se pueden hacer fotos de esas obras,
sí del edificio, diseñado por el arquitecto
y premio Prizker Renzo Piano.
Una pena no poder dejar aquí
una imagen de la obra
“Wet prayer” de Tacita Dean.
Incontestable.
Ver ese díptico de mar revuelta
dibujado sobre pizarra
en un día de tormenta
oteando las olas
azotadas por el viento
desde los inmensos ventanales del edificio
debe ser toda una experiencia.
Otra.
Distinta a esta
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