CRACOVIA LA BELLE

Espíritu folk
Desayunos lentos
Lo mismo, pero de otro modo
Café con la luz precisa
Todo esto ya, merece una sonrisa
La imponente plaza medieval del mercado, 40.000 m2 para pasear
Al paso
Despistados
Deconstruída
Encontrado, el castillo real en la colina de Wawel
Junto al río Vístula
Tras los muros de la foraleza, la catedral y el castillo real
Sí, sí, como te lo estoy contando...
Pero volvemos al centro neurálgico
A su ambiente
Sus fachadas solemnes tintadas por el tiempo
Sus capas de historia
Mi selfeet
Costumbrismo
Globalismo
El intenso sabor ahumado de ese queso de montaña
Esos detalles que uno busca para mirar a los ojos a la ciudad
que palpita bajo la pátina brillante de los turistas
Tradición gourmet en Kredens
La exquisita cerveza
La limpieza de unas calles que pasan del plano a la aguja
Todo el color, y también la veteranía

Paseo por Cracovia,
ciudad diáfana, 
de espacios amplios 
y relucientes. 
Declarada Patrimonio 
de la Humanidad por la UNESCO.
Se percibe en sus calles
mucha vida eclesiástica

 no en vano aquí nació el 
Papa Wojtyla. 

Pero en paralelo,
Cracovia también acoge 
un interesantísimo barrio judío.
Enriqueciendo la experiencia.
Sumando capas de historia
y vidas de personas de aquí
 que pasarían a la posteridad.
Como la de 
Oskar Schilder, 
aquel empresario 
de una antigua 
fábrica de esmaltes que,
desde su posición,
cambiaría el terrible destino que
aguardaba a numerosos judíos 
en el holocausto.

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