OKUPAS EN EL UNIVERSO DE ESCHER
Meterse en el mundo de Escher es tan exigente como mareante
Y si encima eres, como yo, una loca de los reflejos,
y ves la expo con tu colega de aventuras literarias Josemaría Mejorada,
está claro que allí, hay que hacer fotos "de las nuestras"
Selfie
Inspiración Escher en alta costura
Y en un lugar, el Palacio de Gaviria, que eleva la experiencia
Nunca me imaginé integrándome en el autorretrato del artista
pero...aquí estoy. Un cuadro que siempre me fascinó y en el que, ahora,
por unos segundos inmortales, estoy dentro...
Escher es imprescindible.
Como imprescindible es, cuando lo conoces,
bucear en la cabeza de un hombre impensable.
Resulta arduo imaginar cómo sus manos dibujaban
esas loquísimas series en las que todo encajaba,
(sin software)hasta la locura.
Su impresionante avistamiento del mundo,
su infinita ocupación del plano.
Sus perspectivas imposibles
que se ríen en tus narices de la lógica.
Sus luces, en medio de la oscuridad.
Sus revelaciones, sus paisajes y sus geometrías.
En definitiva, su cabeza.
Esta exposición es como si abrieran un pequeño orificio
en ella, para dejarnos ver lo que hubo dentro.
Y la escenografía arropa esa sensación
de colarse en un universo muy concreto.
El Palacio de Gaviria, en Madrid,
que llevaba una década cerrado,
y reabre con esta exposición.
Un lugar increíble con casi dos siglos de historia
en el que recuerdo haber estado hace años de fiesta,
bailando y tomando copas, entre cúpulas y frescos.
Espacios que siguen intactos
para acoger esta muestra,
redimensionándola.
Jugar con los espejos
resulta obligado.
Y allí estuvimos, jugando...
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