DESDE LA ORILLA

Los tesoros recogidos

Los paseantes vecinos

Barcas varadas

Y dunas cambiantes como las olas

Paisaje desde la orilla.

Se diría desierto

si enfrente no estuviera el mar

y no soplara una constante brisa 

que va modelando perfiles,

esculpiendo líneas,

desdibujando objetos

y abocetando otros nuevos.

Imprimiendo su sello.

Puliendo,

oradando,

renovando y creando;

para cada día,

nuevos hallazgos.