EL CANTO DE LOS PÁJAROS ENTRE EL RUMOR DEL RÍO
Desde lo mínimo
hasta lo máximo
Tejados
Terrazas
Huertos
El bar
Y el viejo teléfono, que sólo sirve para testimoniar que hubo. Ahora,
ni recibe ni llama
La casa
Prádena de Atienza, Guadalajara.
Un reducto de paz
cercano a la capital
pero con todo el tempo
de lo remoto y rural.
Un lugar donde
escuchar los pájaros,
pasear sin hora,
hablar con el cura
bajar al río
y no tener cobertura.
Tan cerca, tan lejos.
Vida en los pueblos
qué pedazo de relato de la ruralidad olvidada... ganas de perderme por allí unos días, y, sobre todo, de bajar al río.
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