EL CANTO DE LOS PÁJAROS ENTRE EL RUMOR DEL RÍO

Desde lo mínimo
hasta lo máximo
Tejados 
Terrazas
Huertos
El bar
Y el viejo teléfono, que sólo sirve para testimoniar que hubo. Ahora,
ni recibe ni llama
La casa

Prádena de Atienza, Guadalajara. 

Un reducto de paz 
cercano a la capital
pero con todo el tempo
de lo remoto y rural. 
Un lugar donde 
escuchar los pájaros, 
pasear sin hora,
hablar con el cura
bajar al río 
y no tener cobertura.
Tan cerca, tan lejos.

Vida en los pueblos

Comentarios

  1. qué pedazo de relato de la ruralidad olvidada... ganas de perderme por allí unos días, y, sobre todo, de bajar al río.

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