REUNIÓN EN EL PARQUE
Las veo todas las tardes al caer el sol.
Sentadas al fresco,
con sus blusas,
sus cómodas zapatillas de caminar,
sus bolsos
sus labios pintados
y sus perlas.
Siempre en la misma mesa, que se diría
el parque reserva para ellas.
En el fresco de la tarde,
conversan.
El ocaso las ilumina,
mientras se escuchan y se cuentan
y van pasando las horas
y va oscureciéndose el cielo,
y una suave brisa se alza...
Entonces ellas,
con esfuerzo
sobre sus zapatillas de lona
dubitativas
se levantan
y empiezan lentamente
la vuelta a casa
donde, nada más llegar,
pondrán la tele,
se meterán en la cocina
y prepararán la cena,
acumulando
cotidianeidad nueva
que sin duda será tema
de la reunión de mañana.
La belleza de la rutina cuando se tiene con quién compartirla.
ResponderEliminarGran psicóloga!!!
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