SUBLIMACIÓN DE LO COTIDIANO
Las gafas setenteras de mi madre, que tanto me gustan,
Mis cucharillas del mundo...
Y de postre...este Mugis inimitable...
A menudo basta con descubrir cómo incide la luz sobre el plato para ver lo que comes con otros ojos. Lo cotidiano se vuelve radiante, sabroso. Especial cuando ves los reflejos que crea el aceite que condimenta el tomate, cuando miras la servilleta y te atrae la forma delicada en que se dispusieron sus arrugas espontáneas. La luz que filtra todo parece tocada por la magia. Y ahí está la foto, en ese momento, sobre esas cosas cotidianas.
Así sucede con todo.
La luz está, sólo hay que encontrarla.
Y remover con Collar Cuillère, especialidad de la casa.
Ay cuánto se nota cuando escribes que no sólo sabes narrar bien, sino que además eres una artista y poetisa con ojo para percibir la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
sacramento
Sí, la luz filtra la magia... en todas estas fotos y aún más en las cucharitas...
ResponderEliminarA los objetos les àsa igual que a las personas: todas tienen luz, aunque hay que encontrársela.
ResponderEliminarUn post lleno de sensibilidad y arte.
Vaya, vaya....has conseguido abrirme el apetito, que hammmbre. Precioso ese collar de cucharas.
ResponderEliminarTes photos sont très belles et elles me donne faim.
ResponderEliminarLola